El país atraviesa una situación crítica. La falta de unidad, el resentimiento y la discordia son los males que lo aquejan. Lamentablemente, este régimen que se encuentra en su etapa final no ha comprendido su error y ha dejado como triste legado la división.
La llamada 4T ha sido la semilla de la discordia entre los ciudadanos, generando odio, división y una alarmante falta de diálogo y entendimiento.
El presidente López Obrador ha apostado por ignorar y agredir a aquellos que no comparten su visión, pero al hacerlo, solo está sembrando vientos que inevitablemente cosechará en forma de tempestades. Es preocupante permitir que un gobierno transitorio nos someta a una enfermedad perpetua.
Debemos recuperar nuestra capacidad de creer y dialogar, puesto que estoy convencido de que siempre habrá un encuentro para avanzar juntos hacia la recuperación de la salud y la paz que tanto anhelamos.