Nos cuentan que la decisión final sobre no designar al exsecretario de Seguridad capitalina, Omar García Harfuch, como candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno sí se habría tomado en Palacio Nacional, bajo dos argumentos principales. El primero, la presión que ejerció el ala más dura del morenismo encabezada por el vocero presidencial, Jesús Ramírez, que apoyaba a toda costa a Clara Brugada. El segundo porque el mando policiaco tiene allegado a un empresario que causa ya mucha animadversión en la cúpula cuartotransformista por las críticas e insultos que constantemente hace a la administración de Andrés Manuel López Obrador a través de sus redes sociales. Que es un familiar.
A la sombra…
Dicen que la negociación que hizo el excanciller Marcelo Ebrard con Claudia Sheinbaum para mantenerse en Morena no fue, para nada, tersa. De inicio, el exsecretario pidió que se le diera la razón cuando acusó trampa en el proceso de selección, lo que costó trabajo pero al final se le terminó concediendo. Luego, porque cuentan que está pidiendo varios espacios para los suyos en el Congreso y alcaldías que, si bien complican las listas que ya tenían armadas en Regeneración Nacional, también se le terminarán cediendo aunque varios de los llamados “puros” no estén de acuerdo.
Algunos lo leen como un manotazo. Claudia Sheinbaum, coordinadora nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación, rechazó la idea de corrientes internas en Morena, en respuesta a Marcelo Ebrard, quien afirmó que su grupo es la segunda fuerza dentro del partido y demandó reconocimiento.
Sheinbaum, en una reunión virtual con seguidores, enfatizó que los estatutos de Morena, partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, prohíben las corrientes internas para evitar daños como los sufridos por el PRD. Subrayó que en Morena, la afiliación es individual y no hay lugar para fracciones. Además, Sheinbaum destacó que Morena debe evitar prácticas del viejo partido estatal, como la compra de voluntades y alianzas con grupos criminales. Insistió en que Morena debe ser democrático, transparente, y con participación activa de las bases en debates y decisiones, manteniéndose como el partido del pueblo mexicano ¿A qué se referirá?
La situación política en Monterrey se encuentra en una encrucijada legal y política para la designación del gobernador interino. Tras la salida anunciada de Samuel García, el Congreso nombró a Arturo Salinas, cuya elección fue anulada por la Suprema Corte. Por otro lado, Javier Navarro, respaldado por un fallo judicial y por el gobernador saliente por sus ambiciones presidenciales, se mantiene firme en su posición como gobernador interino. La resolución del Pleno de la Corte aún está pendiente, manteniendo el escenario político en incertidumbre y debate. Un cochinero pues.
Mario Delgado Carrillo, líder nacional de Morena, enfatizó que en el partido no hay lugar para corrientes ni privilegios, respondiendo así a Marcelo Ebrard Casaubón. Delgado remarcó que todos los miembros tienen garantía de participación y reiteró la filosofía de que Morena no tiene dueño, sino que pertenece al pueblo de México. Enfatizó la prohibición de corrientes y cuotas en el partido, advirtiendo que su adopción sería destructiva para el movimiento. ¿Entonces?
Dicen los que saben que hoy los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano están más nerviosos de lo que han estado en los últimos cinco años. Resulta que después de las visitas en privado de los representantes del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez; Marko Cortés, dirigente del PAN; Alejandro Moreno, dirigente del PRI; Santiago Creel Miranda, así como de Claudia Sheinbaum, la candidata que no es candidata a la presidencia por Morena, este miércoles esperan la llegada de Andrés Manuel López Obrador. Si es que llega, claro que este jueves le daremos todos los detalles de esta reunión en corto. Tal y como le adelantamos en este espacio.