El Departamento de Justicia de EU acusa al Cártel de Sinaloa de ser el principal distribuidor mundial de la droga sintética.
FUENTE: JUAN ORTIZ | LA SILLA ROTA
Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, “Los Chapitos”, líderes del Cártel de Sinaloa, heredaron de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, el negocio de la producción y tráfico del fentanilo, droga química que les deja mayores ganancias ilegales que la cocaína y la marihuana.
De acuerdo con informes de inteligencia, tanto mexicanos como de Estados Unidos, desde 2014 “Los Chapitos” comenzaron a experimentar con el fentanilo. Según estos reportes, “Los Chapitos” improvisaron su primer narcolaboratorio en una casa en Culiacán, Sinaloa.
En el lugar se valieron de gente experta en procesos químicos, identificados como “cocineros”, para que lograra sintetizar el fentanilo y poder combinarlo con otras sustancias para aprovechar sus efectos adictivos y aumentar su demanda.
EL DOMINIO DE LOS CHAPITOS
Según informes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa es la organización criminal que domina el hemisferio oeste en cuanto al tráfico de grandes cantidades de fentanilo a la Unión Americana, lo que provocado una crisis de salud pública en la nación vecina.
En respuesta a los señalamientos de Washington, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que Estados Unidos debe atender las causas que provocan que sus ciudadanos sean adictos al fentanilo.
A su vez, la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha informado que han descubierto y desmantelado narcolaboratorios ocultos en la sierra de Sinaloa donde se producía fentalino experimental para su posterior distribución, principalmente en Estados Unidos.
Para la producción de esta droga, destacó la Sedena, “Los Chapitos” tienen a una socia que les surte fentanilo. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) identificó a la guatemalteca Ana Gabriela Rubio Zea como uno de sus contactos más importantes. La mujer está bajo arresto.