López Obrador afirma que todavía no hay datos de víctimas porque “se ha perdido la conexión” desde Tecpan hasta Acapulco
FUENTE: JORGE VAQUERO | EL PAIS
El impacto de Otis sobre la Costa Grande de Guerrero ha sido devastador. El temporal tocó tierra sobre las 00.45 en Acapulco como huracán categoría 5, el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 260 kilómetros por hora y olas de hasta 10 metros de altura. Su paso ha provocado este miércoles la ruptura de caminos, caída de árboles y derrumbes en la autopista que llega a la ciudad costera, que se encuentra incomunicada por tierra. Durante la mañana, Otis se ha degradado rápidamente a tormenta tropical en su camino por el interior del Estado. Las pérdidas humanas se desconocen, ya que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha explicado en su conferencia matutina que “la conexión se ha perdido por completo” en el litoral entre los municipios de Tecpan de Galeana y Acapulco.
El impacto de Otis sobre la Costa Grande de Guerrero ha sido devastador. El temporal tocó tierra sobre las 00.45 en Acapulco como huracán categoría 5, el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 260 kilómetros por hora y olas de hasta 10 metros de altura. Su paso ha provocado este miércoles la ruptura de caminos, caída de árboles y derrumbes en la autopista que llega a la ciudad costera, que se encuentra incomunicada por tierra. Durante la mañana, Otis se ha degradado rápidamente a tormenta tropical en su camino por el interior del Estado. Las pérdidas humanas se desconocen, ya que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha explicado en su conferencia matutina que “la conexión se ha perdido por completo” en el litoral entre los municipios de Tecpan de Galeana y Acapulco.
La peor parte del paso de Otis por Guerrero se la ha llevado Acapulco. El centro comercial Galerías Diana, ubicado en segunda línea de la playa El Morro, ha quedado con su parte superior sin paredes y techo tras el vendaval, como se ve en imágenes compartidas por los habitantes de la localidad en redes sociales. Otras publicaciones muestran los destrozos en viviendas y hoteles totalmente inundados en la costa de Guerrero, muchos de ellos sin conexión a internet y con cortes de luz.
El apagón afecto a más de 500.000 personas, según la Comisión Federal de Electricidad, que ha logrado restablecer el suministro al 40% de usuarios. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, ha informado en su cuenta de X - antes Twitter- sobre los problemas en la red móvil de la costa del Estado, que se tratara de restablecer durante el día. El sistema de detección de sismos SkyAlert también se encuentra inoperativo, ha alertado en un comunicado la compañía.
El transporte hacia la Costa Grande también se ha visto afectado por Otis. La autopista Chilpancingo-Acapulco está totalmente cerrada al tráfico en el kilómetro 360 por un deslave que afectó a ambos sentidos de la vía, por lo que la Guardia Nacional insta a los conductores a evitar la zona. También se ha cortado la circulación en el kilómetro 70 por el desborde del río Papagayo. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes ha avisado de que no hay una ruta alternativa desde la capital guerrerense hasta la ciudad costera.
La aerolínea Volaris ha informado en sus redes sociales que sus vuelos hacia el Aeropuerto Internacional de Acapulco están cancelados. Más al norte, las terminales turísticas de Zihuatanejo y Mazatlán están operativas tras el paso del huracán.
López Obrador ha explicado en su conferencia que se plantea ir a Guerrero, aunque ha añadido que no tiene como acudir: “¿Cómo llegamos? El aeropuerto militar tiene destrucción, no hay posibilidades de volar. Vamos a ver que hacemos”. Sin embargo, el presidente ha formado un Gabinete de Seguridad que se traslada en estos momentos hacia Acapulco para acelerar las labores de rescate y evaluar los daños. Está formado por los secretarios de la Defensa Nacional, Marina y Seguridad y Protección Ciudadana, a los que acompañan el comandante de la Guardia Nacional y la coordinadora nacional de Protección Civil.
El Gobierno ya puso en marcha este martes el plan de auxilio a la población civil por desastres naturales (Plan DN-III-E) y desplegó a la Marina en coordinación con las autoridades de Guerrero.
Otis sigue su avance hacia el interior del Estado, y a las doce de la mañana se ha ubicado a 25 kilómetros al norte de Ciudad Altamirano como tormenta tropical, según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Con esa fuerza, los vientos llegan a los 110 kilómetros por hora acompañados de lluvias torrenciales. La mayor preocupación en estos momentos es la gran cantidad de agua que cae sobre el territorio, que puede provocar deslaves y el aumento descontrolado del caudal de los ríos. En Michoacán y Puebla se pronostican precipitaciones intensas, que serán muy fuertes en Morelos, el suroeste del Estado de México y el occidente de Oaxaca.
El huracán se intensificó muy rápidamente en su camino hacia Acapulco. Al mediodía del martes, el SMN previó que el huracán tocaría tierra en la costa de Guerrero en categoría 1. Durante la tarde fue informando de como Otis ganaba fuerza hasta alcanzar el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson, con el que finalmente impactó en Acapulco pasada la medianoche.
Octubre ha sido el mes más catastrófico de la temporada de huracanes del Pacífico, que comenzó en mayo y termina a finales de noviembre. Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos han afectado sobre manera al occidente de México. El pasado sábado, Norma llegó a las costas de Baja California Sur como un huracán de categoría 2. Justo 11 días antes, Lidia impactó con Puerto Vallarta, en Jalisco, en nivel 4 - el más fuerte que alcanzó territorio mexicano hasta la llegada de Otis- y provocó dos muertos y más de 5.000 viviendas afectadas entre este Estado y Nayarit. La jornada anterior, la tormenta tropical Max dejó el mismo saldo de fallecidos y unas 90 casas dañadas en Guerrero, que ahora se vuelve a ver perjudicado H un desastre natural que tiene pocos precedentes.
La última catástrofe parecida a Otis en Guerrero fue el huracán de categoría 3 Pauline. El temporal llegó el 6 de octubre de 1997 al pueblo de Huatulco, Oaxaca, pero siguió su camino con la misma fuerza por la costa guerrerense. Su paso provocó la muerte de más de 300 personas y daños a más de 5.000 viviendas entre los dos Estados.